Es, actualmente, la única plaza de Barcelona donde se celebran corridas de toros, propiedad de la familia Balañá, que ha cedido su explotación a la Casa Matilla. Además de eventos taurinos, la Monumental es a menudo escenario de eventos musicales y de espectáculos circenses.
La Plaza Monumental de Barcelona fue inaugurada en 1914 bajo el nombre de "El Sport". En su corrida inaugural torearon toros de Veragua los toreros Vicente Pastor, Bienvenida, Vázquez y Tosquito. Existían ya otras dos importantes plazas en Barcelona: la Plaza de El Torín (conocida también como plaza de la Barceloneta, construida en 1834) y la Plaza de las Arenas (en la Plaza de España, fundada en 1900), lo que da idea de la importante afición taurina existente por entonces en la capital catalana.
En 1916 la plaza fue rebautizada con el nombre de "Monumental" y ampliado su aforo a 20.000 espectadores, visto el impulso que iba tomando la afición en aquellos años. En la corrida de reinauguración, el 27 de febrero de 1916, torearon, con toros de Benjumea, los toreros Joselito el Gallo (gran impulsor de la idea de construir plazas monumentales), Francisco Posada y Saleri II.
Desde el primer momento, la Monumental adquirió un gran prestigio por la categoría de los carteles que ofrecía, siendo considerada una de las tres plazas más prestigiosas de España, junto a la plaza de Las Ventas de Madrid y la Maestranza de Sevilla.
El 27 de septiembre de 1956, ocurre algo inédito, tres hermanos torean ese día; César Girón, quien el 28 de septiembre de 1952 había tomado su alternativa en la Monumental de Barcelona, le da la alternativa esa tarde a sus hermanos Rafael y Curro, siendo esta la primera y única vez que tres extranjeros, éstos venezolanos, tomaban parte en un festejo taurino en España en una misma tarde sin la actuación de un diestro español.
Desde junio de 1977 se convirtió en la única plaza de toros de Barcelona, tras la desaparición de la Plaza del Torín y del cierre de la Plaza de las Arenas.
Cabe reseñar que, en el interior de la Monumental se halla el Museo Taurino de Barcelona, donde se exponen trajes de famosos toreros, cabezas de toros célebres, documentos históricos y demás objetos relacionados con la tauromaquia.
En junio de 2007 esta plaza fue el escenario elegido por el diestro José Tomás para su reaparición, tras cinco años retirado, lo que supuso un gran acontecimiento mediático y un histórico lleno, algo que no se producía en la Monumental desde hacía dos décadas y que supuso un revulsivo para la afición taurina barcelonesa.
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